ULTRA CON LÍNEAS

LIBRETA SHIRAZ ULTRA LÍNEAS

SHIRAZ
Núm. de artículo 9781439725382
Shiraz
La meca artística de Shiraz, en Irán, es el lugar de origen de este diseño. Se cree que el libro que ha inspirado esta cubierta, creado durante el momento culminante de la dinastía safávida, fue propiedad de Solimán el Magnífico, sultán del Imperio Otomano.

$93.100 *IVA incluido

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Información del producto

FormatoULTRA
Tamaño18 x 23 cm
Diseño InteriorCON LÍNEAS
Número de Páginas144
CierreCierre con Banda Elástica
Peso Papel120
AcabadoTAPA DURA
Impresión DecorativaNO
Tipo de EncuadernaciónCosido Smyth
Papel InteriorPapel Verjurado Exclusivo
Cinta Marca Páginas1
Otras características

  • Tapas de encuadernación 100 % recicladas
  • Cubiertas forradas con papel decorativo impreso
  • Papel con certificación FSC
  • Cosido con hilo o encolado
  • Papel sin ácidos procedente de bosques sostenibles

Acerca de este diseño

Obra original: encuadernación en piel de cabra
Época: finales del siglo XVI
Procedencia: Shiraz, Persia (Irán)

Para crear nuestra serie Shiraz nos inspiramos en una exquisita pieza de encuadernación oriental. Este diseño, elaborado originalmente en piel de cabra negra repujada, dorada, pintada a mano con flores y rosetones, y decorada con delicadas filigranas doradas, fue encargo de uno de los príncipes safávidas de Shiraz, grandes amantes del arte, y llegó a ser propiedad de Solimán el Magnífico.

Durante el siglo XVI, Shiraz era uno de los tres enclaves islámicos con mayor riqueza artística. Actualmente, esta ciudad iraní sigue siendo conocida por su poesía, su literatura, su vino y sus flores; puede decirse que es una ciudad floreciente tanto por sus exuberantes jardines como por su arte. Los artesanos de la región gozaban de gran prestigio por la elaboración de textos profusamente decorados que se utilizaban para el comercio con el Imperio Otomano. Probablemente fue así como el libro adornado con esta encuadernación fue a parar a la colección de Solimán, el décimo sultán otomano y el que más años reinó.

No es de extrañar que una obra de arte tan bella y grandiosa fuera propiedad de Solimán: además de ser poeta y orfebre de enorme talento, el sultán fue un gran mecenas de las artes. De hecho, fue durante su mecenazgo cuando el Imperio Otomano alcanzó su mayor esplendor cultural, en paralelo al auge del arte safávida en Shiraz.

Título

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